Cuando nos convertimos en mamás todos a nuestro alrededor desean formar parte de ese gran evento. Familiares, allegados e incluso extraños no dudan en expresar la opinión acorde a su experiencia en relación a todo lo que implica el embarazo, el parto y la crianza.

Ser madre joven siempre viene de prejuicios y opiniones de los escépticos que asumen la irresponsabilidad con la edad, pero no debe de ser así. Ser madre joven tiene algunas ventajas que no siempre se consideran, aquí te decimos algunas

• Es ahora cuando tengo más energía

A medida que pasan los años se nos van haciendo cada vez más pesadas las actividades cotidianas por el desgaste del cuerpo. Criar un hijo es probablemente una de las actividades que más demanda energía, tenerlo siendo aún joven, da la oportunidad a las madres de tener más actividades con los hijos y que ambos creen recuerdos muy favorecedores.

• La brecha generacional no es tan amplia

Comprender a nuestros hijos y apoyarlos en lo que desean forma parte de la maternidad y si podemos no alejarnos mucho de lo que pasa en su entorno, será más sencillo entenderlos y poderlos guiar, ademas eso creará confianza de ellos hacia las madres, al ver que son más comprensivas con su manera de ver la vida.

• Si quiero otro bebé puedo planificarlo y mantener los pros anteriores

Aún si esperas a que tu primer hijo tenga cinco años para concebir el próximo, seguirás teniendo energía, por lo que puedes seguir gozando de todos los beneficios de ser mamá joven.

Por muy buenas que sean las intenciones después de cualquier comentario o acto, no dejan de hacer sentir mal. Como mujeres en gestación, sobre todo cuando son primerizas, están muy ansiosas y sensibles ante las intervenciones externas, por lo que son blanco fácil para personas que con sus opiniones llenan de cuestionamientos y dudas, contradicciones y un sinfín de posibilidades en forma de consejos.

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