Mi hijo está celoso por la llegada de su hermanita, ¿Qué puedo hacer?
La llegada de un nuevo integrante a la familia, puede provocar celos en los primogénitos, los cuales pueden considerarse como normales.
Aun así, esto puede provocar cierta angustia en los padres ya que estos celos vienen acompañados de cambios de conducta, regresiones en el proceso de maduración y berrinches descontrolados.
Es importante identificar cuando estos celos están cruzando los límites. Especialistas enumeran una serie de actitudes comunes en los hermanos mayores, que sienten celos por la nueva persona que integrará la familia, estas son:
- Querer tomar el lugar del hermanito por nacer y ser ellos mismos los bebés.
- Tener dificultades para conciliar el sueño o alteraciones en el ritmo de descanso.
- Desafiar la autoridad de los padres a través de ataques de agresión e ira.
- Llorar sin motivo aparente, debido a un estado de hipersensibilidad.
Todas estas demostraciones están relacionadas con la necesidad de llamar la atención de los padres. A través de estos comportamientos, buscan confirmar que su mamá y su papá los seguirán teniendo en cuenta, sea por las malas o por las buenas.
Pero tranquilos, aquí les daremos algunos consejos para contener a los hermanos mayores y facilitarles la transición hacia el nuevo rol que ocupan dentro de la familia:
- Realizar los cambios necesarios en la vida del niño bastante antes de que llegue el bebé; como quitarle el chupete, el cambio de cama, etc. para que no los asocie con la llegada de su hermano.
- Hay que permitirle que algunas veces siga comportándose como un bebé y, al mismo tiempo, estimularlo a abandonar algunas de sus demandas y conductas regresivas para que de esta manera vaya haciéndose más independiente y maduro.
- Es muy útil recordarle la época en que él nació, enseñarle fotos de cuando era un bebé, de cuando le bañaban, le daban de comer y le atendían como ahora hacen con su hermano. Y, alentar que el bebé es de toda la familia, no sólo de los padres y que, por lo tanto, hay que cuidarlo entre todos.
- No hay que obligar al niño a demostrar unos sentimientos de amor que no siente. Frecuentemente se le dice que dé besitos y caricias a su hermano. Esa actitud no hace sino disfrazar los celos que siente. Es mejor que sea él solo quien poco a poco vaya acercándose a su hermano.
- Hay que saber diferenciar entre hermanos. Cada uno tiene su propia personalidad y territorio que los padres deben respetar; así es importante reservar momentos de juego con uno u otro en función de sus gustos.
- Ser pacientes, comprensivos y tolerantes con el niño, a fin de cuentas, ¿quién no ha sentido celos alguna vez? Y, sobre todo, no amenazar nunca con quitarle el cariño, pues es precisamente lo que teme.