El embarazo suele ser un fenómeno rodeado de muchas emociones en el cuál se ven involucrados todos aquellos que son cercanos a la pareja que está por dar a luz. Hay diversas maneras de festejar, como lo son las fiestas de anunciamiento de género, o la más famosa: el baby shower. 

El baby shower es una celebración que tiene como objetivo el dotar a los padres de una gran cantidad de objetos para el nacimiento del bebé, tales como ropa, juguetes, mamilas, electrodomésticos, etc. 

Si bien, esta fiesta es de gran utilidad, puesto que ayuda a los padres a planificar los futuros objetos a adquirir para el bebé, no es la única celebración mediante la cual podemos hacernos presentes con la pareja. Una se ha vuelto tendencia en los últimos tiempos, esta es la fiesta postparto.

Estas fiestas tienen como objetivo el contrarrestar los efectos negativos que puede traer consigo el parto. Estos incluyen efectos físicos, sociales tanto como económicos, es por eso que es cuando más apoyo necesitan. Cabe resaltar que la vida de las personas que se convierten en padres da un giro de 180 grados, debido a un mundo nuevo de experiencias y emociones.

Las mujeres, por ejemplo, suelen tornarse en personas muy susceptibles, pueden no tener control total sobre sus emociones. La etapa postparto es una de las etapas más difíciles de soportar tanto para la mujer, como para la pareja en conjunto. Esta se caracteriza por un estado de depresión y cambios de humor constantes.

No hay respuestas concretas, ni soluciones fabricadas, esto se debe al cambio hormonal al que está sujeta la mujer durante este periodo, sumado a las diversas emociones que van desde la alegría hasta el miedo o la ansiedad.

Es por esto que las fiestas postparto se presentan como una gran oportunidad para cambiar de aires los humores de la familia, para mostrar apoyo, además de ser un gran gesto. El pretexto perfecto de la fiesta es dar a conocer al nuevo integrante de la familia. Puede ser una celebración similar al baby shower, con juegos, comida, bebidas, etc.

Para estas fiestas se recomienda tener un horario fijado, para respetar la agenda de los padres, así como la rutina del bebé. Otra de las ventajas de dichas fiestas es que los regalos del bebé pueden ser más personalizados, puesto que ya se sabe a talla, el peso, el género.

Mantener contacto con familiares y amigos puede hacer más llevadero el proceso. Siempre puede recibirse un buen consejo, tips o secretos que a otros padres les han funcionado. Asimismo, estas reuniones pueden ayudar a orientar a futuros padres sobre las responsabilidades que conlleva un embarazo.

Con estas fiestas se busca generar lazos de empatía y de apoyo con los nuevos padres y acompañarlos en sus procesos emocionales.

Ahora ya lo sabes, si estás embarazada, en lugar de un baby shower común y corriente, prueba con una fiesta postparto.

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