La crisis como oportunidad de crecimiento
La crisis como oportunidad de crecimiento
Las crisis son parte de la vida, siempre habrá, así que más nos conviene ponerles buena cara para vivir más en paz.
La crisis como oportunidad de crecimiento es sinónimo de mejora, innovación y transformación. A menudo, la vida nos expone a situaciones difíciles que nos ponen al límite, ¡todas pasamos por eso!
Diariamente, escuchamos hablar de las crisis, ya sean económicas, políticas, sociales… Pero, ¿sabemos qué son y cómo afectan? ¿Estamos conscientes de los riesgos y oportunidades que implican? ¿Conocemos las alternativas que tenemos para superarlas? Sigue leyendo para aprender a generar cambios positivos en tu vida a partir del caos y el desasosiego.
Qué es y cómo tomar las crisis como oportunidades de crecimiento
Antes de hablar de la crisis como oportunidad de crecimiento, es necesario comprender de qué se trata. Hay momentos en la vida donde las circunstancias no son las más favorables, lo que nos lleva a pensar que todo está en nuestra contra.
Por lo general, las crisis conllevan a situaciones que escapan de nuestras manos; ya sea un accidente, la muerte de un ser querido, desastres naturales, una ruptura de relación, despidos laborales, problemas de salud, embarazos no planificados, una pérdida de expectativa, entre otros. De una u otra manera, son eventos que transforman la vida a la que estamos acostumbradas, nos mueve de nuestra zona de confort.
Una crisis también puede ser ocasionada por actos que hemos realizado con negligencia, como las actividades que nos regalan placer momentáneo. Son, precisamente, esas decisiones pasajeras las que nos trasladan al momento de incomodidad y malestar actual, por lo que necesitamos transformar esas acciones negativas para alcanzar una mejoría en nuestras vidas.
Ahora bien, tenemos que comprender que las crisis no sólo representan situaciones de caos, puesto que también acarrean cambios que nos generan felicidad y oportunidades, aunque tengamos que pasar por momentos de ansiedad e incertidumbre. Con esto nos referimos a la llegada de un hijo, un cambio de residencia, un trabajo mejor, una nueva pareja, entre otros.
La crisis como parte de la evolución y mejora personal
Para superar una crisis hay que combinar varios elementos que nos permitan lograr un proceso de cambios favorables ante una situación adversa. En este sentido, las crisis demandan innovación y reinvención; para ello, ayuda escuchar otras maneras de pensar.
De igual forma, hay que llenarse de valentía para tomar decisiones inteligentes y actuar con sabiduría para alcanzar los objetivos, considerando los riesgos. En fin, es reconstruirse de nuevo.
Cabe destacar que debemos enfocarnos en la solución y no en el problema. Por ello, es importante escuchar y entender nuestro propio entorno, especialmente a quienes piensan distinto. Solo así podremos cambiar la forma de hacer las cosas y construir algo diferente, con otras perspectivas y oportunidades.
No olvides rodearte de entornos nuevos en donde puedas respirar otros aires y abrirte a nuevas inspiraciones.
La crisis es una pausa con visión hacia el crecimiento personal
Las crisis son un regalo que viene con una separación entre lo que vale la pena vivir y aquello que debe morir. Es así como cada cambio debe estar enfocado en el crecimiento, dejar atrás aquello que no nos suma y resurgir con lo nuevo. Claro que terminar y morir, es una instancia de dolor.
Sin embargo, ese dolor es mitigado si aprendemos a recorrer el camino que se abre con los pasos que vamos dejando atrás. Realmente, las crisis establecen un paréntesis que nos permite parar para comprender lo que nos sucede, contemplar las oportunidades y transformar nuestras acciones para mejorar nuestra vida.
Bien dicen que “los mejores proyectos nacen de las más grandes dificultades”. Normalmente, las crisis están asociadas al miedo por la incertidumbre que nos rodea constantemente. Sin embargo, el cambio que damos es fundamental y significativo en la nueva etapa.
Lo más importante de todo el proceso es aprovechar la crisis para cuestionarnos y crecer como personas; además, optimizar nuestras herramientas para lograr cambios que nos lleven a una meta es vital.
El precio que hay que pagar…
Crecer duele, porque hay que renunciar a las ideas con las que hemos vivido siempre. La frase que dice: “no hay crecimiento sin sufrimiento” es muy cierta, pero nadie quiere sufrir.
Es muy difícil vivir con dudas asociadas con la identidad, relaciones interpersonales, sentimientos… Ante todo esto, aparece el miedo respecto a los problemas laborales, familiares y todo lo que nos desestabiliza como personas.
Pero, son esos momentos de malestar los que nos ayudan a examinarnos y preguntarnos: ¿En qué lugar estamos? ¿Cuáles son nuestras necesidades? ¿Qué es lo que realmente necesitamos para emprender un cambio honesto y auténtico?
Todo esto al margen de lo que los demás puedan pensar y sentir. Solo así nos permitimos vivir libres con una identidad propia que nos brinde satisfacción.
La crisis es una línea delgada entre el pasado y el futuro
Partiendo de que la vida está basada en la acción, tenemos que actuar y proyectarnos en el futuro para lograr la evolución que deseamos. Sin duda, en las crisis hay mayor capacidad creativa. Es el momento idóneo para dar un giro significativo a nuestro ser, enfocarnos de nuevo y disfrutar de una versión mejorada de nosotras mismas.
Sea cual sea nuestra crisis, hay que tomarla como una renovación y no como una muerte. Vivir un momento de crisis y tomarla como oportunidad de crecimiento implica encontrarnos con nosotras mismas para defender aquello que no nos pueden arrebatar como: nuestros valores, creencias, deseos y anhelos.
No esperes un momento de crisis para reflexionar sobre lo que está bien o mal en ti o en tus relaciones y actividades significativas. Si ya estás en crisis y no logras ver las oportunidades con claridad, basta pensar que no eres un ser aislado, busca soporte en tu red de apoyo.
Asimismo, puedes apoyarte en un psicoterapeuta que te permita darle dirección a tus circunstancias y potenciar tus fortalezas para superar la crisis con éxito. Encuentra el sentido en lo vivido y saldrás fortalecida de tu experiencia. Recuerda siempre que “el hombre que se levanta es aún más fuerte que aquel que no ha caído”.