¿Somos demasiadas personas en el mundo?
¿Somos demasiadas personas en el mundo?
En la década de los 80, México fue considerado un país joven por su gran número de habitantes de entre 15 y 29 años y su alta tasa de natalidad del 35.45 %, pero esto cambió y para el año 2024 la tasa de natalidad disminuyó al 1.6% (CONAPO).
Nos preguntamos: ¿por qué nos enfrentamos a este “invierno poblacional?, ¿qué está ocurriendo en nuestro país con la disminución de nacimientos?, ¿qué sucederá en las próximas décadas si la población joven y económicamente activa sigue reduciéndose? Este fenómeno social tendrá repercusiones devastadoras: no habrá suficientes jóvenes económicamente activos que contribuyan al desarrollo del país en los ámbitos económicos, políticos, sociales y de salud.
Causas que han provocado la disminución de la natalidad en México:
- Mayor acceso a métodos anticonceptivos e implementación de políticas públicas que proponen el derecho a decidir sobre la maternidad (incluyendo el aborto).
- Cambios culturales, sociales y económicos, los que han llevado a las mujeres en edad reproductiva a postergar o reconsiderar la maternidad para alcanzar las oportunidades laborales o educativas que proyectan.
- Disminución de la natalidad en zonas urbanas, donde también se registra el mayor número de interrupciones del embarazo, en contraste con las zonas rurales.
- Impacto ambiental de la deficiente planeación urbana, lo que produce contaminación y limita el acceso a agua y alimentos.
- Falta de oportunidades educativas y laborales para madres trabajadoras, incluyendo la escasez de estancias infantiles seguras y la falta de flexibilidad de horarios.
- Temor a la inestabilidad emocional, ansiedad, estrés y agotamiento causados por la maternidad.
En los últimos años, la imagen de la maternidad ha sido presentada como algo negativo, lo que podría perjudicar la vida de la mujer en su desarrollo profesional y emocional.
Los gobiernos han contribuido a la reducción de la natalidad a través de la implementación de políticas públicas. Al mismo tiempo, han desarrollado políticas para aumentar la esperanza de vida y brindar mayor apoyo a las personas adultas mayores. Estas dos circunstancias están llevando al país a una situación comprometida. En unos años más, será imposible sostener el desarrollo económico, científico, social y de salud de México, ya que habrá poca población económicamente activa que mantenga a una mayoría de adultos mayores. En los pocos jóvenes recaerá la responsabilidad de cuidar a la gran población de la tercera edad.
Revertir el “invierno poblacional” será un proceso largo. Se necesita transformar los discursos y prácticas negativas en discursos y prácticas positivas sobre la maternidad. Es importante enviar un mensaje a las nuevas generaciones de mujeres: ser madre no es egoísta, sino todo lo contrario. En el aspecto poblacional, ser mamá es la base para un desarrollo verdaderamente sostenible. Si hay más nacimientos, en unos años, habrá una mayor base activa que sostenga el desarrollo del país y del mundo.
La sobrepoblación es solo una falacia, ya que el problema no ha sido el número de habitantes, quienes están disminuyendo, sino de una ineficiente distribución poblacional. Esto lo podemos observar en países como China, que en años anteriores prohibió tener más de dos hijos, pero ahora, que enfrenta el “invierno poblacional” en varios desarrollos urbanos, ha dejado de lado este tipo de políticas, aunque le está siendo difícil redireccionar el rumbo.
Entre las grandes tareas para revertir este fenómeno, está el fomento de políticas públicas y la creación de más organizaciones sociales de apoyo a las familias, promoviendo la vida familiar y la crianza de los hijos, lo que contribuiría a cambiar la percepción sobre la maternidad.
Debemos transmitir el mensaje de que ser madre es una forma de trascender, criando a los futuros profesionistas, científicos, artistas y un sinfín de trabajadores que contribuirán al desarrollo y supervivencia del país y del mundo.