Perdí a nuestro bebé
La pérdida del embarazo cambia a la familia para siempre. Es algo devastador, sin importar cuándo sucede o bajo qué circunstancias.
El duelo lleva tiempo. Durante el proceso de duelo, algunas emociones pueden pasar rápidamente, mientras que otras permanecen. Hay emociones que podrías omitir completamente.
Estos 3 pasos podrían ayudarte a lidiar con esta situación:
- Comprender el proceso de duelo
Después de la pérdida de un embarazo, podrías sentir diversas emociones, incluidas las siguientes:
- Negación. Al principio, podría ser imposible entender lo que ha pasado. Es posible que estés en estado de shock o incredulidad.
- Culpa. Tal vez te preguntes si podrías haber hecho algo para evitar la pérdida del embarazo.
- Ira. Sin importar qué provocó la pérdida, podrías estar enojada contigo misma, con tu cónyuge o pareja, con tu médico o con un poder superior. También es posible que sientas enojo por la injusticia de tu pérdida.
- Depresión. Podrías desarrollar síntomas de depresión, como pérdida de interés o placer en las actividades normales, cambios en los hábitos alimenticios o de sueño, y problemas para concentrarte y tomar decisiones.
- Envidia. Podrías envidiar intensamente a otros futuros padres. De repente, te puede parecer que hay bebés y mujeres embarazadas por todos lados.
- Anhelo. Puedes tener sentimientos de profundo o ansioso anhelo y deseo de estar con tu bebé. También podrías imaginarte lo que estarías haciendo con tu bebé ahora.
- Avanzar hacia la curación
Estas son algunas sugerencias para facilitar un poco tu curación. Escoge las que consideres que te pueden ayudar.
- Toma tus propias decisiones. Los amigos o seres queridos bien intencionados pueden sugerirte que te deshagas de todo lo que te recuerde al bebé, como la ropa de maternidad o los artículos para bebés, pero la decisión depende de ti. Si no estás lista para empacar estas cosas, tómate todo el tiempo que necesites.
- Crea recuerdos de tu bebé. Tal vez quieras ponerle nombre a tu bebé. También puedes pedirle al personal del hospital que haga huellas de las manos o los pies del bebé o puedes hacer que bauticen o bendigan al bebé.
- Tómalo con calma. Algunos días serán mejores que otros. Si estás abrumada pensando en el futuro, concéntrate en superar un día a la vez. Si puedes, espera para tomar decisiones importantes, como comprar una casa o cambiar de trabajo.
- Cuídate. Duerme lo suficiente, sigue una alimentación sana e incluye actividad física en tu rutina diaria. No recurras al tabaco o al alcohol para aliviar tu dolor. Toma medicamentos solo bajo la supervisión de tu médico.
- Habla con tu pareja. No esperes que tu cónyuge o pareja lidie con el dolor de la misma manera que tú, ya que uno de ustedes podría querer hablar sobre el bebé y expresar sus emociones, mientras que el otro podría preferir no hacerlo.
- Lleva un diario personal. Escribir tus pensamientos y sentimientos podría ser una salida efectiva para tu dolor. También puedes escribirle cartas, notas o poemas al bebé o sobre el bebé.
- Busca ayuda de los demás. Es posible que los amigos y seres queridos no sepan qué decir o cómo ayudar. Cuando necesites su apoyo, díselo. Si quieres hablar sobre el bebé o si quieres que te ayuden a mantener vivo el recuerdo del bebé, permite que tus amigos y seres queridos sepan cómo te sientes.
- Únete a un grupo de apoyo. Compartir con otras personas que han sufrido la pérdida del embarazo, ya sea en persona o en línea, puede ser reconfortante. Un miembro del clero o un consejero espiritual puede ser otra buena fuente de consejo o guía. A los abuelos del bebé o a otros seres queridos podría resultarles beneficioso recibir un apoyo similar.
- Esperanza para el futuro
Muchas mujeres que experimentan la pérdida del embarazo tienen embarazos exitosos. Una vez que el dolor del duelo desaparezca, tú y tu pareja pueden hablar sobre tener otro embarazo y, si es así, cuándo les gustaría intentarlo.
Si los sentimientos de depresión parecen prolongados o si tienes problemas para completar tus actividades diarias habituales, consulta a tu médico para obtener ayuda profesional. No olvides que tienes La Vida Por Delante.
Fuente: mayoclinic.org