Ser mamá y Profesionista: La conciliación de los opuestos
Ser mamá y Profesionista: conciliación de los opuestos
Por Pau Mendieta
En la vida, pareciera que hay cosas que son contrarias. Nos han enseñado que hay ciertas decisiones en la vida que se basan en elegir una cosa o la otra completamente diferente, como si no se pudieran las dos. Como si fueran decisiones binarias, sólo existe A ó B. Pero ¿qué pasa cuando nos damos cuenta de que puede ser A y B?
Cuánto puede cambiar nuestra realidad cuando nos damos cuenta de que pueden ser dos o más cosas a la vez.
¿Quién dijo que sólo podemos ser mamás o profesionistas? Que sólo podemos ser exitosas profesionalmente o excelentes mamás. ¿Qué pasa si empezamos a juntar estas dos? Entendiendo que NUNCA seremos perfectas, y nunca tendremos el 100% en todo, de hecho, la vida es así. En nuestra vida el tiempo siempre lo tenemos que dividir en ciertas cosas, haces ejercicio, trabajas, estudias, tienes vida social o estás casada y entonces tiempo con la familia. No existe el balance perfecto. El balance perfecto vendría en entender que a veces hay ciertas cosas de nuestra vida que nos piden más tiempo y atención. Lo mismo es con ser mamá y trabajar, tenemos que aprender a malabarear con todo, es verdad. ¡Pero vale toda la pena! Y también es verdad que tenemos que vivir y disfrutar en la medida de nuestras posibilidades el hecho de poder trabajar y ser mamás a la vez.
En general, siempre queremos todo y todo al mismo tiempo. Pero a veces no se puede tener todo al mismo tiempo. Necesitamos aprender a renunciar. Renunciar a cosas que en el momento no son tan importantes y entonces elegir otras.
No existe la mamá completamente perfecta ni la profesionista completamente exitosa.
Hay veces que necesitas inclinarte a alguna cosa más que a la otra, si tienes un hijo que está enfermo, es verdad que esos días serán más dedicados a él, o si tienes algún proyecto muy importante del trabajo que están por sacar, pues seguramente tendrás que invertirle más tiempo al trabajo en algunas cosas… así es la vida y así es la realidad.
Se llama conciliar “opuestos”. Necesitamos quitar la idea de que podemos ser mamás o cumplir nuestros sueños.
Es importante dejar claro que no por que sepamos conciliar opuestos estaremos 50% en el trabajo y 50% en la familia. Al final el hecho de ser mamá te da una responsabilidad mucho más trascendental que cualquier trabajo que puedas tener. Porque es verdad que cualquier persona nos puede sustituir en la chamba en algún momento. Puede llegar alguien más capacitada, más talentosa, con más trayectoria para ese puesto, pero siendo mamá, NADIE puede ser mejor mamá para tu hijo que tú misma. Nadie puede desempeñar tu papel y trabajo como mamá. Eso es hermoso. Y por eso es tan satisfactorio el trabajo de una mamá, porque el salario no es económico, pero el salario emocional que da la maternidad no es posible ponerlo en palabras.
Si eres una mujer profesionista, exitosa, que está avanzando mucho en el trabajo y está logrando sus sueños profesionales, ¡te felicito! ¡Ánimo! Y te quisiera decir que si en algún momento te embarazas, no pienses que estás perdiendo todo lo que estás avanzando, más bien cosas nuevas llegan, te aseguro que más retadoras que tu propia chamba.
Un bebé viene a sumarse a tu vida, y crecerás con él, y aprenderás a ser mamá también. Pero no tiene por qué llegar a “frenar tus sueños”. Puedes seguir soñando y ahora por dos, o tres. De hecho, soñarás aún más en grande.
Si te sientes agobiada, con mucha carga y estás frente a un embarazo inesperado, ¡no te preocupes! ¡No estás sola! Muchas mamás nos hemos sentido con miedo y sin saber qué haremos después, pero créeme que poco a poco irás conectando puntos e irás viendo cómo seguirás tu vida ahora con tu bebé. No eres la primera ni la última a la que le pasa.
¡VALE LA PENA SER MAMÁ Y VALE LA PENA SEGUIR TRABAJANDO POR TUS SUEÑOS!