5 trágame tierra que pasan las mamas

5 “trágame tierra” que le pueden pasar a todas las mamás

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5 “trágame tierra” que le pueden pasar a todas las mamás

La vida de una mamá está repleta de anécdotas. Sin embargo, los trágame tierra” para mamás son de los más divertidos. Son esos momentos en los que una mamá hubiera querido desaparecer del planeta y que no la encuentren.

Pon atención en un detalle. La mamá no es la única protagonista en estos casos. Los pequeños también lo son. En general, son ellos los que provocan estas circunstancias.

Queremos que sepas que, en la maternidad, hay muchos recuerdos que se atesoran como lo más valioso que tenemos. Tienes que saber que esas vivencias con nuestros pequeños son las que nos sacan una sonrisa en cualquier situación.

Los trágame tierra” para mamás son parte de esos momentos, ¡nadie se escapa de ellos! Te contamos algunos para que, si te encontraste en una situación embarazosa, sepas que es muy frecuente en la vida de cualquier mamá. Son más comunes de lo que te imaginas.

5 “trágame tierra” para mamás que te pueden ocurrir

En el instante en que ocurren, te pueden hacer sudar y querer desaparecer, pero con el tiempo se vuelven historias que sólo hacen reír.

1.   En el supermercado: “¡Auxilio, policía!”

Ir de compras con tu bebé de unos 2 años sentado en el carrito es algo muy común para toda mamá. El pequeño va agarrando cosas de las estanterías y que la mamá se las quite de la mano para devolverlas a su lugar, también.

En esta historia real ocurrida a una mamá, le pasó algo inesperado. Cuando le saca a su bebé el producto que había tomado de la estantería para devolverlo a ella, el bebé comenzó a gritar: “¡Auxilio, policía!”.

¿Te imaginas a todas las personas que te rodean dándose vuelta a mirar quién pedía auxilio? Peor aún, ves al policía o guardia que te dirige una mirada fulminante. Los nervios no te dejan actuar como habitualmente lo haces, pero finalmente, logras calmar al pequeño.

Con el tiempo, te darás cuenta que es muy común que las criaturas llamen la atención con sus gritos. También es habitual que las miradas de todos se posen sobre la mamá y, al mismo tiempo, esta comience a pensar: “trágame tierra”.

2.   Otro “trágame tierra” de supermercado

Te cuento otra historia real ocurrida a una mamá de hoy: ella estaba haciendo sus compras, tranquilamente, con su bebé sentado en su carrito. Llegó a la caja, entregó los productos y los pagó. Cuando ya casi se estaba retirando, la cajera la llamó en voz bien elevada y le hizo ver que su bebé se llevaba varias golosinas metidas dentro de su carro.

¿Cómo salir de un momento tan embarazoso honrosamente? La peor parte comenzó cuando el pequeño se puso a llorar al querer devolver todo lo que había tomado sin que se diera cuenta su madre. Cada vez más miradas se posaban sobre esa mamá. ¡Cuántas ganas de desaparecer!.

3.   Una mirada inquisidora

¿Sabías que a los pequeños el mundo los sorprende permanentemente? Ten en cuenta que todo es novedad para ellos y sus caritas y sus ojitos así lo hacen saber. Ellos abren grandes sus ojitos o clavan su mirada en aquello que llama su atención.

En esta historia fue la mamá la que se llevó la mayor sorpresa. Piensa un segundo en la siguiente situación: ¿cómo te sentirías si tu bebé ve bajar 3 personas afroamericanas de un auto y comienza a mirarlos fijamente y a señalarlos para mostrártelos?

A esa mirada le siguen los grititos de sorpresa: “¡mami, mira, mira!” y tú vuelves a sentir esas ganas de que la tierra te trague. Solo atinas a bajar su manita para que deje de señalar, pero el pequeño insiste alegremente en subirla. ¿Ya te imaginaste cómo te sentirías? ¡Trágame tierra!

4.   Otra mirada inquisidora

Otra historia muy similar a la anterior, pero en este caso la mamá protagonista no sabía cómo distraer a su bebé del tema en cuestión. El pequeño comenzó a señalar a una señora y a preguntarle a su mamá: “¿esa señora tiene muchos bebés en su barriga? ¿Cuántos tiene, mamá?”.

La señora en cuestión no estaba embarazada y estaba muy cerca de esta madre y su bebé. ¡Pudo escuchar todo! Imagínate las ganas de que la tierra te trague ante esta situación.

5.   El jardín: la primera llamada de atención

Cuando los pequeñitos de la casa inician el jardín, las mamás creemos que nuestros niños son los más disciplinados y correctos de toda la escuela. Si eres mamá, de seguro sabes que, a veces, exageramos un poco, ¿no?

Ahora bien, cuando llega una notita del jardín indicando que tu pequeño tomó unas cartas de una compañerita y las arrojó por una rejilla, te quedas sin reacción. El amor de tu vida se portó incorrectamente en el jardín y tú no lo tenías calculado. Más aún, si a la salida te encuentras con la mamá de la compañerita perjudicada por la ocurrencia de tu pequeñín.

Queremos que sepas que este momento incómodo, cuando pasen los años, podrás relatárselo a tu entorno y al que fue tu bebé, y se reirán mucho de seguro. Si te toca pasarla, has conseguido una anécdota de por vida.

6.   Le sacó el juguete a otro niño

Esta historia le ocurrió a una mamá en el parque, pero es de lo más común. Sobre todo si hay niños pequeños. Día de sol en el parque y el pequeño jugaba en el arenero. De pronto, un grito y llanto desconsolado del niño que estaba junto al tuyo.

Todas las cabezas giran para ver qué ocurre y resultó ser que tu pequeñín le sacó el dinosaurio al otro niño. Le sacó su juguete. Tú tienes que hacer que lo devuelva frente a la mirada de todos. Especialmente frente a los ojos de esa madre cuyo pequeño comenzó a llorar reclamando su juguete.

¡Qué momento! Tu niño no quiere soltar el dinosaurio. Sigues insistiendo hasta que no tienes más alternativa que sacárselo para que el otro pequeño recupere la tranquilidad. El asunto es que ahora, el que llora más fuerte, ¡es el tuyo!

Los ojos de medio parque están puestos en ti. Otro “trágame tierra” que, con el tiempo, te hará reír y volver a ese día en el parque con tu niño.

Estos  trágame tierra” para mamás son unos pocos ejemplos de la cantidad de anécdotas que surgen en el día a día de la maternidad. Hay muchas más de seguro.

Todas ellas son una muestra de que, aún en las situaciones más complicadas, tus pequeños son los que te sacan una sonrisa. Así que, recuerda que, si bien ser mamá tiene sus días complicados, tu pequeño es tu fortaleza y la alegría que lo transformará todo.

Si necesitas apoyo o asesoría para pasar mejor tus días de embarazo o de mamá, en LVPD (“lavidapordelante”) tenemos profesionales dispuestos para ayudarte. No estás sola en este hermoso camino, contáctanos y juntos haremos que puedas disfrutar de la maternidad.

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