Durante el embarazo es de lo más común notar cambios en nuestro humor, en nuestro físico, en nuestros intereses o emociones. Es un proceso largo y complejo, además de ser una experiencia única para cada una de las mujeres que tienen que pasar por ello.

Estar preocupada por un embarazo es normal, pero tranquilizate, aquí te compartimos los cambios físicos más comunes que experimentan las mujeres durante el embarazo.

Primer Trimestre.

– Primer mes. El embarazo a estas alturas normalmente suele ser confundido con el síndrome premenstrual que se caracteriza por síntomas como cansancio, dolor en el pecho, aumento de la secreción vaginal, cambios en el apetito, aumento en la percepción olfativa y un sabor metálico en la boca. Asimismo, la característica principal es la ausencia del periodo. 

– Segundo mes. Debido a los cambios hormonales, los cambios de humor pueden incrementar. Posible aparición de tubérculos de Montgomery y aumento en el tamaño de los pechos. Es probable, también, que aparezcan síntomas como náuseas y mareo, un aumento significativo en las ganas de orinar.

– Tercer Mes. En este mes se formarán los órganos vitales del futuro bebé. La característica más evidente es el crecimiento del abdomen. Además de esto, las encías pueden tender a inflamarse debido al cambio de hormonas.

Segundo Trimestre.

– Cuarto mes. En este mes, las náuseas y mareos suelen desaparecer ya que disminuye la producción de la hormona que los provoca. Entre los cambios físicos que podemos notar están el oscurecimiento de zonas sensibles de la piel como pezones, pecas, lunares, ensanchamiento de la cintura, redondeamiento de las caderas. Asimismo, la presión que ejerce el útero en el estómago puede causar estreñimiento o dificultar la digestión.

– Quinto mes. Los primeros movimientos del bebé suelen percibirse en este mes, normalmente, se dan en la semana 20 de gestación. De igual manera, pueden presentarse cambios tales como un aumento en el ritmo cardíaco, una respiración más profunda, la barriga es más prominente y difícil de ocular, aumento en la retención de líquidos, aumento en la proliferación de vello, y por último, bochornos o cambios súbitos en la temperatura corporal, que se manifiesta, comúnmente, en sudoración excesiva.

– Sexto Mes. La barriga ha crecido mucho en comparación al primer mes. Debido a esto, la piel de esta se estira y puede generar comezón. El ombligo puede botarse y quedar sobresaltado hasta el parto. Los movimientos del bebé son más constantes. El crecimiento del útero tiene como consecuencia una presión ejercida sobre los demás órganos, como la vejiga, el hígado y diafragma. Esto puede causar, en el primer caso, un aumento en las ganas de hacer pipí, y en el segundo y tercero, una sensación de ahogo.

Tercer trimestre. 

– Séptimo Mes. La llegada de un nuevo ser, sobre todo a estas alturas del embarazo, suele acentuar los miedos y la ansiedad. Acompañando a estas, pueden agravarse el cansancio que siente la madre. El corazón estará enfocado en distribuir sangre hacia la placenta, lo que puede traer consigo dificultades para respirar y fatiga. También, por el peso, comienzan los dolores de espalda.

– Octavo mes. Este mes suele ser considerado el más difícil de sobrellevar. Se acentúan las molestias que se han venido presentado a lo largo del embarazo (dolor de espalda, estreñimiento, acidez, etc). En este punto, es probable que la mujer haya aumentado alrededor de 11 kilos. Hacia la semana 36, el bebé suele buscar la posición más cómoda para su salida, que normalmente, suele ser con la cabeza hacia abajo. Los movimientos y el reordenamiento del bebé pueden producir contracciones y dolores difusos en la zona abdominal.

– Noveno mes. El bebé ha tomado su camino, acomodando su cabeza hacia abajo, perdiendo espacio para moverse. La tripa desciende y esto ocasiona que la presión sobre el estómago y tórax disminuya, sin embargo, la cabeza del bebé puede presionar la vejiga de la madre, lo que la llevará a orinar más seguido. De igual manera, es importante considerar que las fechas de nacimiento son estimaciones, si el bebé no ha nacido en la semana 42, es probable que sea necesario provocar el parto.

Sabemos que el embarazo puede ser un proceso en el cual se experimentan demasiadas emociones, además de los cambios físicos. Te recordamos mantener la calma ya que tu cuerpo se verá sujeto a una serie de cambios que son completamente normales. Recuerda programar citas con el doctor periódicamente y llevar a cabo los cuidados necesarios para que tu embarazo llegue a buen término.